"Ahí fue cuando metí las manos en el bosillo del delantal y sentí algo peludo, tibio, y qe, además, mordía." Y se desencadena la historia. Tener un monstruo palpitante y mordiente alojado en un lugar tan íntimo como un bolsillo tal vez puedaasustar a algunos. Pero no a Inés. Inés le da la bienvenida. Porque Inés, tan flaquita y silenciosa, tan titubeante, tan pequena, tiene un deseo muy grande -un deseo tan grande que apenas si le cabe en el cuerpo- que le sucedan cosas Maravillosas, Terribles y Extraordinarias. Un monstruo personal secreto, privado, es justo lo que andaba necesitando. Sin embargo, convivir con un monstruo nunca es fácil... y el de Inés parece decidido a no abandonarla.